viernes, 4 de mayo de 2012

Lluvia negra - Masuji Ibuse


Título: Lluvia negra
Autor: Masuji Ibuse

Páginas: 388

Editorial: Libros del asteroide

Precio: 21,95 euros 

Año de Edición: 2007

Esta novela, escrita en el año 1969, es el mejor ajuste de cuentas literario escrito por un japonés con la memoria de los terribles efectos de la bomba atómica en Hiroshima. Algo había que hacer, algo tenían que escribir los nipones para digerir y metabolizar su terrible pasado, para que no se olvidase lo ocurrido, para contribuir a que no se repita tamaño horror. 

Con un estilo plano, sencillo y objetivo, retrata nítidamente la crónica de diez días en la vida de una familia de Kobatake, un pueblo cercano a Hiroshima, desde el día que estalló la bomba, el 6 de agosto de 1945, hasta el día en el que Japón se rindió, el 15 de agosto. En ese intervalo de tiempo un grupo de personas de carne y hueso, con sus problemas y preocupaciones cotidianas trata de entender qué ha pasado, encajar lo sucedido y seguir viviendo entre las ruinas. El resultado es una novela terrible y hermosa a la vez, llena de contención y realismo.
                          
Hiroshima después de la explosión

Los datos que he encontrado en la red son espeluznantes: 80.000 muertos en el acto, más de 200.000 contando los fallecidos después por la radiación; una bola de fuego de 250 m de diámetro a un millón de grados centígrados de temperatura; el 70% de los edificios de Hiroshima arrasados; un radio de 1,5 km de destrucción; todos los cristales rotos, tejas volando y quemaduras en la piel en un radio de más de 16 km... luego vendrían los incendios, la lluvia negra radioactiva y la extraña enfermedad, el mal de la radiación que nadie entendía.

Calles de la ciudad después de la bomba (foto LIFE)

La edición se completa con un estupendo prólogo del mexicano Jorge Volpi, escueto y ajustado, que sirve de introducción al terrible contenido del libro y lo justifica. No es el morbo lo que satisface esta obra, sino la necesidad de conocer e indagar qué sucedió realmente aquel fatídico día, cuáles fueron sus consecuencias en la vida cotidiana de los japoneses y cómo reaccionó la gente. Es lo más parecido a ver la explosión sin quedar calcinados. Así quizás logremos comprender un poco mejor qué es el ser humano.
                      
El suelo quemado y la sombra de unos postes

Masuji Ibuse (Hiroshima, 1898-1993), que había trabajado en los servicios de propaganda durante la Segunda Guerra Mundial, era ya un escritor de éxito cuando abordó este trabajo inverso a la redacción propagandística: desnudar de todo adorno y figura retórica diarios, testimonios y relatos, hasta quedarse con la verdad desnuda e incontrovertible.
                      
Masuji Ibuse

Creo que todo el mundo debería leer estos «diarios del bombardeo», como los llama Ibuse. Describen aquella hecatombe, una de las claves del siglo XX, e indirectamente, a través de su comportamiento, nos dan muchos detalles sobre la forma de ser de los japoneses, tan disciplinados y diferentes.

(Para más información, véase esta crítica en Confieso que he leído).

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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