viernes, 26 de octubre de 2012

Crímenes ejemplares - Max Aub


Título: Crímenes ejemplares
Autor: Max Aub
   
Páginas: 96

Editorial: Calambur
 
Precio: 9,00 euros   

Año de Edición: 1996 (2ª ed.)

Esta recopilación de más de cien relatos breves brevísimos, auténticos microrrelatos antes de que se acuñase el término, publicada en 1957, pretende estar hecha a base de testimonios y confesiones de gente que participó en la Guerra Civil española en uno u otro bando. Y aunque el lector sospeche que todos son invenciones, al poco de estar leyendo una realidad, real o ideada por alguien ¡qué mas da!, formada como un puzzle por una multitud de asesinatos, se impone como visión de una guerra terrible. Los crímenes se cometen de manera absurda, casi caprichosa y sin motivos, y es que en realidad casi nunca los motivos de un asesinato nos parecen sensatos.

Un libro muy original, inclasificable, aliñado con un toque de ironía y unas gotas de humor negro. Utiliza la sugerencia, la elipsis y la imaginación del lector para decir mucho con pocas palabras, una única frase dibuja todo un relato, y una historia con caras y colores se crea en nuestra imaginación. Una obra vanguardista y curiosísima por lo que cuenta y por cómo lo cuenta.

Max Aub (París, 1903, 1972), escritor e intelectual de la generación del 27, llegó a tener cuatro nacionalidades: alemana heredada de sus padres, francesa de nacimiento, española por naturalización (su padre se afincó en Valencia en 1914) y mejicana por decisión propia. 

Sólo hace falta ver las gruesas gafas de la foto y esa cara de introvertido, para deducir que era de los nuestros, una máquina de leer, un devorador de libros de primera categoría.  En Valencia fué amigo del poeta Juan Gil-Albert y de la actriz Lola Gaos, se hizo viajante de comercio para poder viajar y anduvo unos años por Barcelona, donde aprendió catalán, luego viajó a Madrid, se hizo amigo de casi toda la generación del 27, se fué a París e intervino en el encargo y compra del Guernica a Picasso.

Se exilió en México y allí desarrolló una intensísima carrera como novelista, poeta, ensayista...cuando volvió a España en 1969 se encontró con un desolador desierto intelectual, que describió en «La gallina ciega». Hay un asteroide que lleva su nombre, el 72827.
         
Max Aub

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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