lunes, 4 de febrero de 2013

Vida de una mujer amorosa - Ihara Saikaku


Título: Vida de una mujer amorosa
Autores: Ihara Saikaku
 
Páginas: 244

Editorial: Sextopiso
 

Precio: 19 euros

Año: 2013 

Y seguimos hablando de literatura japonesa, ahora para presentar esta novela del siglo XVII, todo un clásico publicado nada menos que en 1686. Lo primero que llama la atención es la radical actualidad y modernidad, la amenidad y espontaneidad de esta narración escrita hace más de tres siglos. Uno podría esperar un texto apolillado y un poco pesado, pero la sorpresa es encontrarse algo ligero y entretenido, que parece escrito ayer mismo.

El autor da voz a una cortesana ya mayor, para que nos cuente su vida, tan llena de peripecias, anécdotas divertidas y curiosidades, que recuerda inevitablemente el género picaresco. Es una obra desenfadada, un poquito descarada, lasciva, pero a la vez sin prejuicios y sin ninguna malicia, con una inocencia, naturalidad y sinceridad casi infantiles.

Se habla de las costumbres y usos de la época, así que esta novela tiene un gran valor histórico: aparece el juego del kemari, un deporte no competitivo, precursor del fútbol en el que un grupo de diez a veinte personas tratan de que una pelota de cuero no toque el suelo, sin darle con la mano; dos de los detalles que definían a la mujer ideal, un pie de ocho pulgadas y no tener ni un solo lunar; cómo debe maquillarse, vestirse y comportarse una cortesana japonesa del siglo XVIII; en qué consiste el secreto de escribir cartas de amor sublimes; los inconvenienes de tener una mujer demasiado hermosa; qué eran las reuniones de celos, y los nueve puntos esenciales de una mujer (pies, manos, ojos, boca, cabeza, espíritu, estar sentada derecha, aire seductor y la voz).

Una visión bastante completa de un mundo refinado y sensible, lleno de frases inolvidables, auténticas perlas como: «¿No me vas a regalar otro recuerdo de esta noche?», «Una y otra vez he recreado la vista con el espléndido iris que tuviste la amabilidad de enviarme» o «Se están perdiendo las buenas costumbres» (¡Ya se decía en 1686!).

Una novela organizada en una entretenidísima sucesión de capítulos, que pueden leerse como relatos independientes, contados por un personaje travieso, juguetón y sin malicia. Un texto fresco y desenfadado que se lee con una sonrisa en los labios. Una deliciosa maravilla venida de un pasado lejano...

Unos de los grabados que ilustra Vida de una mujer amorosa

Ihara Saikaku (Osaka, 1642-1693) nació en una familia de comerciantes y, de hecho, dirigió el negocio familiar hasta que pudo dedicarse completamente a la literatura. Empezó a escribir haikus a los quince años y a los veinte años era ya un maestro consumado y muy reconocido. Dirigió un grupo de poetas que compuso diez mil haikus en 12 días en el Santuario de Ikutama, lo que dió lugar a su primer libro, «Diez mil versos de Ikutama».

A partir de cierto momento, su facilidad para improvisar le impulso a batir varios récords: una composición de 1.600 versos («Muchos versos») redactada en un sólo día; los «Muchos versos de Saikaku», 4.000 versos compuestos en un día, y finalmente 23.500 versos en 24 horas. Siempre basándose en la libre asociación de ideas, la rapidez y el tratar temas nuevos, como la vida cotidiana y las costumbrs en las ciudades.

Esa rapidez influyó en su prosa, ligera, entretenida y brillante. Escribió teatro, volúmenes de relatos y más de una docena de novelas, con un estilo coloquial, costumbrista y a menudo sobre temas eróticos, como: «Amores de un vividor», «Hombre lascivo y sin linaje», «Cinco amantes apasionadas», «El gran espejo de la belleza femenina» y esta «Vida de una mujer amorosa», a veces titulada «Vida de una cortesana». También escribió relatos de samurais y de tema policiaco.

Debido a su contenido sexual, una parte de sus libros fueron censuradas durante mucho tiempo por el gobierno y hasta después de la Segunda Guerra Mundial no se han publicado sus obras completas en Japón.  
 
Ihara Saikaku

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario