miércoles, 17 de abril de 2013

Amiel - Gregorio Marañón


Título: Amiel 
Autor: Gregorio Marañón 

Páginas: 223 

Editorial: Espasa-Calpe 

Precio: 5 euros 

Año de Edición: 1978 

Hoy os voy a hablar de un libro y un autor un poco antiguos, ahora que lo vintage está de moda: «Amiel» de Gregorio Marañón, publicado en 1932 y subtitulado «Un tratado sobre la timidez». En él se análiza la personalidad de Henri-Frederic Amiel (Ginebra, 1821-1881), un pensador, moralista y poeta suizo, cuya principal obra es un minucioso diario de 17 000 páginas que cubre 34 años de su vida con todo detalle (otro día, cuando tenga un rato, lo leeré y os haré una reseña).

En ese «Diario», se cuenta el devenir cotidiano de un ciudadano completamente normal, un profesor suizo; no se cuenta nada extraordinario y se hipertrofia lo nimio. Según parece, tiene el encanto y el mérito de convertir en literatura lo que en un principio no tiene ningún interés especial. Contiene pasajes con reflexiones interesantes y otros de gran valor poético, como la parte final, cuando sabe que va a morir y escribe. «¿Cómo haré para morir bien? No hay experiencia para ello, hay que improvisar ¡Y es tan difícil!».

Amiel era un personaje retraído, tímido hasta la exageración, que sólo tuvo amores platónicos que nunca llegaron a nada, a pesar de ser muy admirado y querido por las mujeres. Tenía un aspecto magnífico, era atractivo y muy pulcro. Siempre iba exquisitamente arreglado y su presencia tenía un magnetismo especial, según los que le conocieron. Curiosamente, se decía que tenía un olor personal maravilloso (todos tenemos un nuestro aroma, aunque nos duchemos a diario). A pesar de todas esas cualidades, nunca contrajo marimonio y como obtuvo una cátedra en la capital suiza, se decía que se había casado con Ginebra, ciudad a la que estaba muy unido.

Era extraordinariamente meticuloso, se guarda una hoja en la que había planificado una charla de 45 minutos, minuto a minuto. Personaje dubitativo, algo inseguro y perfeccionista, fué definido por José Enrique Rodó como «un triste Hamlet ginebrino». La primera edición de su monumental diario tuvo un éxito enorme y al estar expurgada muy puritanamente de las partes más inconfesables, creo una imagen artificial de santo laico. Más tarde se publicó un «Diario íntimo» que completaba al anterior, lo que hizo que a muchos se les rompiera el mito. Hay una sitio web muy interesante, en francés, dedicada a la figura y obra de este autor suizo.

Bien, pues este fascinante material biográfico en manos de un genio como Don Gregorio dió lugar a un excelente tratado sobre la timidez en el que se desmenuzan las motivaciones, los resortes y estructuras psicológicas delprotagonista, a la vez que se repasan los detalles de una vida tan singular. Todo ello con un estilo ágil y ameno, en un texto de gran calidad literaria. No viene nada mal leer en estos tiempos, que tan mal se redacta cuando se escribe de ideas, la prosa natural y fluida de este madrileño, médico y humanista, hombre de ciencias y de letras al mismo tiempo.

 
Henri.Fréderic Amiel (1852)

Gregorio Marañón (Madrid, 1887-1960), el famoso médico, endocrino, científico, historiador, pensador y escritor, ha sido uno de los grandes intelectuales españoles del siglo XX. Su saber era enciclopédico, escribió de casi todo. Fué miembro de cinco grandes Academias españolas (de la lengua, de la Historia, de las Bellas Artes, de Medicina y de Ciencias) y destacó por su erudición y su bello estilo literario. Fué precursor de la endocrinología moderna, escribió el primer tratado de Medicina interna y se le consideraba un auténtico maestro del diagnóstico. Cuando falleció, se convirtió en un lugar común entre los médicos decir ante un caso especialmente difícil: «Ya no le podemos preguntar a Marañón».

Como intelectual se declaraba liberal, apoyó la Segunda República Española hasta que pensó que era incapaz de unir a todos los españoles. Denunció las atrocidades de la guerra en ambos bandos y promovió la reconciliación posterior. Como escritor, creó un nuevo tipo de ensayo, el ensayo biológico, en el que a través de la vida de un personaje famoso, analizando sus características psicólogícas y fisiopatológicas, estudiaba una pasión humana: la timidez en «Amiel», el resentimiento en «Tiberio», el poder en «El Conde Duque de Olivares», la intriga y la traición política en «Antonio Perez», etcétera. Escribió 125 libros, unos 1 800 artículos y cerca de 250 prólogos.

Gran enamorado de la ciudad de Toledo, vivió durante años en un cigarral, haciendo todos los días el viaje de ida y vuelta en coche para trabajar en Madrid.

 
Gregorio Marañón

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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