miércoles, 15 de mayo de 2013

La muerte en Venecia - Thomas Mann


Título: La muerte en Venecia 
Autor: Thomas Mann 

Páginas: 192 

Editorial: Edhasa 

Precio: 8,95 euros 

Año de Edición: 2006

El domingo pasado cayó de nuevo en mis manos «La muerte en Venecia», un libro que había leído hace ya unos cuantos años. Volvi a recorrer sus páginas con nostalgia, a leer varios párrafos, a picotear aquí y allí, hasta llegar al final y reconstruir en la memoria la impresión que me había causado hacía tiempo.

Es una novela corta sensacional, escrita en 1921 cuando Mann había escrito ya «Los Buddenbrock» y se encontraba en su mejor época como escritor. El tema, la fascinación de un artista por la belleza y la peturbación que le causa el conocerla, se desarrolla en el escenario de la decadente Venecia, sumida en una epidemia de cólera y en el calor sofocante del verano. Su calidad literaria es impresionante y la descripción que hace del drama íntimo del personaje principal es magistral. Una historia que embarga al lector y le sumerge en un mundo de nostalgía, decadencia, suave tristeza y valores estéticos.

Thomas Mann reconoció que había utilizado elementos biográficos de un viaje que había realizado a Venecia diez años antes y en toda la obra se trasluce levemente su homosexualidad latente. La obra levantó cierto escándalo en su época, a pesar de que la pasión del protagonista es puramente platónica e ideal.

En 1971, el gran Luchino Visconti dirigió una película basada en esta novela, muy ajustada al original. Barroco, muy estético y cuidado hasta el más mínimo detalle, es uno de los más bellos largometrajes que he tenido la fortuna de ver en pantalla grande, con una maravillosa banda sonora de Mahler y una interpretación magistral de Dirk Bogarde. El lema de la película podría ser «Aquél que ha contemplado la belleza está condenado a seducirla o morir».

Dirk Bogarde en «La muerte en Venecia»

Como curiosidad, se dice que Miguel Bosé, entonces un adolescente de quince años, participó en las pruebas para interpretar a Tasio, el bello joven del que se prenda el protagonista, pero su padre, Luis Miguel Dominguín, no le dió permiso y acabó con la aventura. 

Thomas Mann (Lubeca, 1875-1955) es uno de los más grandes escritores en lengua alemana de todos los tiempos. Hijo de un acaudalado hombre de negocios y político casado con una brasileña, fué educado en casa y cuando asistió al liceo no fué un buen estudiante. Más tarde se convirtió en un autodidacta, se sumergió en los pensadores alemanes y se aficionó a la música de Wagner.

Varias veces se enamoró de un hombre y no supo qué hacer con sus sentimientos, a pesar de lo cual se casó y tuvo seis hijos. Apoyó a Alemania durante la Primera Guerra Mundial y mantuvo posturas muy nacionalistas, sin embargo una vez acabada la guerra evolucionó hasta ser un convencido demócrata. Cuando Hitler subió al poder, se exilió, primero en Suiza y luego en Estados Unidos

Fué un escritor prolífico. Escribió un voluminoso diario y publicó más de cuarenta novelas, treinta ensayos, relatos y artículos, con un estilo denso y poderoso. Son textos profundos, en los que se nota la influencia de Nietzsche. Uno de sus máyores méritos es la capacidad de análisis psicológico, penetrante e inteligente, de personajes y situaciones. En 1929 recibió el Premio Nobel de Literatura.

Thomas Mann

Una novelita estupenda, que se lee con facilidad y sirve muy bien de introducción al gran Thomas Mann, un escritor imprescindible que os recomiendo conocer y explorar. En este enlace se puede acceder al texto completo en español.

Publicado por Antonio F. Rodríguez. 

3 comentarios:

  1. Lei el libro... mmmm... ni me acuerdo. Muchos años. Pero sin embargo, recuerdo mejor la película (claro que el impacto visual de una película es superior a la del libro, siendo mi memoria más visual que otra cosa). No estaría mal darle un repaso al libro. Gracias por la reseña. Un saludo.

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  2. Es uno de esos casos raros en los que uno no sabe qué es mejor, si la película o el libro.

    Salud y libros.

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  3. En la película, ambos actores se comen la pantalla; increible Andresen, diciendo tanto sin abrir la boca. El libro, de los dos o tres mejores que he leído en mi vida. Gracias por tu excelente artículo.

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