miércoles, 23 de octubre de 2013

Hasta no verte Jesús mío - Elena Poniatowska


Título: Hasta no verte Jesús mío
Autora: Elena Poniatowska

Páginas: 312

Editorial: Alianza

Precio: 23,70 euros

Año de Edición: 1994

Esta novela, publicada por primera vez en 1969, es en realidad una crónica social basada en una larguísima entrevista a la lavandera Josefina Bórquez, en la que se levanta todo un fresco de una época y un país, el México de 1910 a 1940, a la vez que se retrata la clase más humilde de por allí, la de los campesinos y trabajadores no cualificados. Aquí se explican muchas cosas, como porqué los entierros no deben ser tristes sino muy alegres, porqué Porfirio Díaz perdió la guerra y cómo era el toque de queda que decretó el presidente Álvaro Obregón solo para las mujeres.

Josefina Bórquez y Elena Poniatowski

El libro tiene algo de novela picaresca en la que se narran las peripecias y avatares de Jesusa Palancares (Josefina Bórquez), una mujer pobre que se queda huérfana muy pronto y se ve obligada a trabajar en condiciones muy precarias como peluquera, panadera, criada, lavandera y mil oficios más, mientras les planta cara a los hombres que intentan ponerle la mano encima. Aquí se ve hasta qué punto está el maltrato de las mujeres enraizado en la sociedad mexicana.

No sé cuánto hay de Josefina y cuánto de Elena en el resultado final, pero eso creo que carece de importancia. Lo relevante es que estamos ante un texto fluido, riquísimo, expresivo y lleno de vida, plagado de un lenguaje colorido, sabroso y suculento, lleno de giros, localismos y americanismos, que se entienden a duras penas por el contexto, pero que hacen que la lectura sea una delicia y que refleje toda la riqueza del habla popular.

Por ejemplo, se encuentran palabras como zacate (estropajo), olán (volante de adorno en la ropa), milpa (maizal), muina (enfado), nagual (ladrón que se disfraza de espíritu con forma de animal), joto (homosexual), mensa (tonta), guamazo (golpe fuerte)... y expresiones curiosísimas como «Más vale rebuznar que hacer el monje», «Eran puras tarugadas porque éramos los mismos pelaos de siempre» o «Mi marido tenía una suerte de perro amarillo con las mujeres» (muchísima suerte).

Una maravilla de texto, empapado de sabiduría popular, tipismo y autenticidad, una foto fija de un valor incalclable que retrata toda una capa social, la más humilde de esos años, su cultura y sus valores. Se complementa perfectamente con «Paseo de la reforma» (1996), de la misma autora, que describe a una chica mexicana de familia bien. La novela está escrita además con sabiduría, hondura y un ritmo envidiable. Una obra excelente en la que se disfruta cada frase. Una inmersión radical en un mundo curiosísimo. Una novela de cinco estrellas.

Elena Poniatowska (París, 1932), descendiente por parte de padre de la familia del rey Estanislao II Poniatowski de Polonia, recibió al nacer el título de princesa. Su madre, por su lado, pertenecía a una familia de la oligarquía mexicana que se había exiliado en París, empujada por la revolución. Sus padres emigraron de nuevo desde Francia a México debido a la Segunda Guerra Mundial y llegaron a ese país cuando Elena tenía sólo diez años. 

La joven Poniatowska fué enviada a estudiar a Estados Unidos y a su vuelta a México inició una carrera periodística llena de éxitos, con entrevistas, reportajes y artículos de gran nivel, que ha compaginado con la publicación de novelas, cuentos, teateo y ensayo. Es una autora muy comprometida con la denuncia social y la defensa de los derechos humanos. Ha tocado temas como el estatuto de la mujer en México, la matanza de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, los problemas de la sociedad mexicana y la situación de la población indígena.

Ha ganado multitud de premios y distinciones, y el gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura, ha instaurado en el 2007 el Premio Iberoamericano de Novela «Elena Poniatowska», dotado de 500 000 pesos.

Elena Poniatowska

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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