lunes, 21 de julio de 2014

El lecho de Procusto - Camil Petrescu


Título: El lecho de Procusto
Autor: Camil Petrescu

 
Páginas: 397

Editorial: Gadir 


Precio: 21 euros 

Año de edición: 2007


Creo que la literatura rumana, como la de otros muchos países, es una gran desconocida en occidente y vale la pena bucear en ella porque contiene auténticos tesoros. Me topé con este libro por casualidad en una librería, leí el prólogo allí mismo y me decidí a comprarlo. ¿Quién ha leído a Petrescu, por ejemplo? Casi nadie, y es uno de los novelistas más importantes de ese país, un autor de primera fila que revolucionó la novela rumana contemporánea.

Publicada en 1933 «El lecho de Procusto» es una de sus novelas más importantes. Después de haber traducido a Proust al rumano, se dejó influir por la prosa del genio francés y escribió esta novela, compleja, con una estructura muy elaborada, una obra que se inscribía en el arco dibujado por las grandes novelas renovadoras de los primeros años del siglo XX.

Hay digresiones y comparaciones que recuerdan al genial autor de «En busca del tiempo perdido» y al principio llama la atención el que durante bastantes páginas las notas a pie de página del propio autor son mucho más extensas que el propio texto. Pero en seguida se hace evidente que se trata de un texto complejo, con varias historias cruzadas contadas por cuatro de sus protagonistas, a través de cartas, diarios y relatos, con cuatro puntos de vista diferentes, lo que le da una riqueza de matices considerable y dos versiones incompatibles de una misma historia de amor. 

Además, durante buena parte del texto, el narrador cuenta todo lo que se le pasa por la cabeza, así que se aproxima al discurso interior que sigue el flujo de conciencia de Joyce. Y el tema alrededor del que giran todos los hilos narrativos (no podía ser otro) es las relaciones amorosas, el erotismo y sobre todo, el desamor y la extraña sensación que produce ver que nos solemos enamorar de la persona equvocada.

Una historia de suspense amoroso, moderna y rompedora, en la que vale la pena adentrarse sin miedo. El desenlace es sorprendente, el problema de cómo tratar las relaciones íntimas está bien resuelto, y como telón de fondo, se ofrece un fresco de la sociedad rumana de entreguerras.

Una novela compleja y rica, llena de cualidades, moderna, innovadora, que plantea misterios y preguntas al lector que mantienen la intriga hasta el final. Muy recomendable.
       
Camil Petrescu (Bucarest, 1894-1957) fué hijo póstumo, perdió a su madre siendo muy pequeñi y fué criado por otra familia. Estudió Filosofía en la Universidad de Bucarest y se licenció con muy buenas notas. Publicó su primer artículo con 20 años. 

Participó en la Primera Guerra Mundial como oficial, fué herido y hecho prisionero. Tuvo mucho éxito con sus libros de poesía y como autor de teatro. Llegó a dirigir el Teatro Nacional de Bucarest. Luego vendrían sus novelas, aclamadas por la crítica, la amistad con Mircea Eliade, Emil Cioran y Mihail Sebastian, y la Segunda Guerra Mundial. Al principio de la contienda era partidario del Eje, pero acabada la guerra se convirtió en un firme defensor del comunismo, mientras muchos de sus compañeros huían o eran encarcelados.

En cualquier caso está considerado como el padre de la narrativa rumana moderna y uno de los autores imprescindibles para tener una visión completa de la novela en el continente.

Camil Petrescu

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

1 comentario:

  1. ¡Ah! Y leyendo este libro me he enterado de algo muy curioso: en rumano existe un tercer tratamiento entre el tu y el usted, un nivel intermedio de confianza.

    En cuanto al Procusto del título, era un simpático posadero africano, hijo de Poseidón, que mientras estaba el huésped dormido, lo ataba a su cama de hierro, lo amordazaba y, si era más corto que la cama, lo estiraba con un potro de tortura, y si era más largo, cortaba lo que sobraba.
    En fin, un perfeccionista pendiente de todos los detalles.

    ¿No haremos todos algo parecido en el amor, quitando lo que sobra y añadiendo lo que falta al ser amado?

    Salud y libros.

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