miércoles, 27 de julio de 2016

El ídolo rojo - Jack London


Título: El ídolo rojo
Autor: Jack London

Páginas: 128
 

Editorial: Miraguano
 
Precio: 5,71 euros 
 
Año de edición: 1996

Este librito es algo difícil de encontrar, pero contiene tres historias que compendian y resumen a la perfección la obra y las cualidades de este aventurero impenitente, ejemplo perfecto del escritor de acción.

La primera, «El ídolo rojo», que da título al volumen, cuenta la aventura de un explorador en busca del origen de un extraño sonido, que se queda solo en la selva de la imaginaria isla de Burunaga, que parece estar en el Índico, acosado por las enfermedades, los mosquitos, los reductores de cabezas y una indígena que le persigue. Estando así, descubrirá algo misterioso e inesperado, que sorprenderá también al lector.

La siguiente, «Como Argos en los heroicos tiempos» es la apopeya de un viejo de setenta años, tozudo y valeroso, al que se le mente entre ceja y ceja subir al norte del Yukón en plena fiebre del oro para conseguir 300 000 dólares y volver a casa. No os puedo decir si lo consigue o no, pero al final hay sorpresa y la crónica de un viaje tan épico vale la pena. Adivino que el relato tiene que estar basado en hechos reales, porque no me parece creíble que sea inventada.

Y cierra el ciclo un cuento «Chun Ah Chun», sobre la vida de un astuto chino en Honolulú, cómo se abre camino en la vida, se hace rico y qué hace para casar a sus doce hijos y ordenar su vida cuando llega a ujn punto determinado. De nuevo parece la historia de un personaje real, más que imaginario. 

Tres relatos muy diferentes ambientados en la jungla, en el gran norte inhóspito que llega a los 60 grados bajo cero y en una isla tropical, con un msmo tema: la lucha por la vida y las supervivencia  como motor que mieve el mundo y esencia de la vida. Tienen las mejores cualidades de las narraciones de London: estilo directo, descripciones realistas, aventuras que parecen verdad (y en la mayoria de los casos, lo son, al menos en parte) y una cierta dureza que huye de presentar una estampa edulcorada e idílica de la aventura, y busca contar las cosas como son, sin quitarle un ápice de dureza y contando la verdad: que la muerte acecha continuamente al aventurero arriesgado y a veces la diferencia entre la vida y la muerte es más fina que un cabello. 

Un libro de aventuras muy entretenido y ameno, muy apropiado para estas fechas casi vacacionales. No hay que dejarse distraer por el realismo de las peripecias y conviene reparar en que Jack London es un escritor muy notable. Algo pesimista, siempre del lado de los más débiles, los desheredados o los que menos tienen, sus historias siguen siendo una ventana abierta a un trozo de realidad, y cuesta mucho crer que él mismo no ha vivido en primera persona la mayoría de lo que cuenta. 

Jack London (San Francisco, 1876-1916) era hijo del astrólogo William Chaney y una espiritista. Lector voraz y compulsivo desde niño, fué un autodidacta que, para abrir boca, se leyó prácticamente toda la biblioteca pública de su ciudad natal. Luego inició una vida aventurera enrolándose con tan sólo diecisiete años en una goleta que partía hacia Japón. Trabajó en un molino de yute, en una central eléctrica, ejerció como vagabundo durante varios años, después trabajó como marinero, contrbandista, buscador de oro, cazador, enfermo de escorbuto, obrero explotado, periodista, ranchero, socialista, trampero y unos cuantos oficios más.

Tuvo la suerte de que en aquellos años aparecieron nuevas técnicas de impresión que abarataron el proceso y permitieron la salida de revistas populares de bajo precio en las que sus relatos encajaban a la perfección. Con ellas alcanzó el éxito, la fama y en un año se hizo millonario, Naturalmente, toda su vida fué un lector compulsivo, que llegó a tener una biblioteca personal de más de 15.000 volúmenes.

Jack London

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario