domingo, 19 de marzo de 2017

Cuentos valencianos - Vicente Blasco Ibáñez


Título: Cuentos valencianos
Autor: Vicente Blasco Ibáñez
 
Páginas: 184
 

Editorial: Alianza

Precio: 10,20 euros 
 
Año de edición: 2015


Este libro reúne doce cuentos del escritor valenciano, publicados en prensa y recopilados en 1893, doce retratos costumbristas, ágiles como apuntes y llenos de fuerza, de la vida cotidiana en la huerta levantina de finales del siglo XIX. Un mundo rural muy especial, que recuerda los cuadros del también valenciano  Sorolla (la portada es un acierto) porque un artista con sus cuadros y el otro son sus textos capturaron la vida de cada día y la convirtieron en arte.

Porque la sensación de realismo al leer estos relatos es muy intensa. Sin demorarse en los detalles y con cuatro pinceladas Blasco Ibáñez levanta todo un fresco de una sociedad, humilde y algo atrasada, con sus tics típicos, sus costumbres y sus hechos colectivos. Los personajes, bien dibujados, se mueven en el medio social, que aquí es un personaje más y a veces parece el principal, con sus prejuicios, sus clichés y su cultura. 

Varios trucos ayudan a construir esa sensación de realismo: el que todos los cuentos ocurran en el mismo lugar, la aparición de los mismos personajes secundarios, la descripción de costumbres y usos, etc. todo escrito con ironía porque la brutalidad del entorno rural está contada con mucho humor.

El estilo de este autor es espléndido, florido y colorista, mantiene un ritmo muy vivo, reproduce los diálogos con mucha naturalidad y resulta ser a la vez, cosa curiosa, barroco y escueto, adornado y breve, en un equilibrio que hace que se le lea muy a gusto.

Los temas son variados, pero se presta especial atención a la selva de los sentimientos amorosos: el amor desgraciado en «Dimóni», los celos en «¡Cosas de hombres!», la frustración en «Noche de bodas» o el desengaño en «El femater». Aquí hay espacio casi para todo, desde un relato de género negro sobre la brutalidad de los matones, los guapos, en «Guapeza valenciana», hasta una fábula infantil sobre un pez grande, el reig (la corvina) y un pez pequeño, el esparrelló (la mojarra), rematada con mucho humor.

Corvina

Mojarra

En este enlace de Wikisource, se puede encontrar el texto completos de los doce cuentos, más uno de propina, ya que las obras de Blasco Ibañez han pasado al Dominio público según la legislación española, al haber pasado más de 80 años de su fallecimiento.

Un puñado de cuentos muy amenos en un librito que es una excelente oportunidad para conocer a este valenciano universal, como suele decirse, a este escritor olvidado que, de verdad, vale la pena. 

Vicente Blasco Ibáñez (Valencia, 1867-1928) fué un político, periodista y escritor español, hijo de aragoneses, famosísimo a principios del siglo XX y hoy bastante olvidado. Lector precoz y voraz, de niño leyó «Los miserables» de Víctor Hugo y decidió ser escritor. Tener lazos familiares con el editor Cabrerizo le resultó muy útil. Estudió Derecho en la Universidad de Valencia, pero nunca llegó a ejercer.

Se hizo revolucionario, masón, anticlerical y descubrió que como orador era un superdotado. Fué diputado durante siete legislaturas, periodista incansable desde los dieciséis años (escribió más de un millar de artículos) y novelista de éxito. También estuvo encarcelado tres veces por antisistema, revolucionario radical y agitador.

Decidió ser un autor vendido en todo el mundo y se convirtió en el primer escritor de superventas global, con «Los cuatro jinetes del Apocalipsis», con cuyas ventas se hizo rico y famoso en los cinco continentes. Vivió en Argentina, México y en la Costa Azul, donde se compró una preciosa villa.

Desempeñó un papel destacado en la oposición en el exilio a la primera dictadura de Primo de Rivera y escribió un famoso alegato en su contra, «Una nación amordazada». Es uno de nuestros escritores realistas más importantes y prolíficos del cambio de siglo pasado.

Vicente Blasco Ibáñez

En la web de la Fundación Blasco Ibáñez se puede encontrar abundante material sobre su figura y su obra.
       
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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