sábado, 27 de mayo de 2017

¡Ya está abierta la Feria del Libro de Madrid!


Ayer el Rey Felipe VI, la reina Letizia y el presidente del país invitado, Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, inauguraron en el madrileño Parque del Retiro la 76 edición de la Feria de Libro de Madrid, que reunirá hasta el 11 de junio la friolera de 367 casetas y más de medio millón de volúmenes.

El ambiente fué caluroso y multitudinario, como es tradición, y solo faltó un detalle habitual, que lloviera y es que el calentamiento global está acabando con las más tradicionales costumbres.


Aunque agotadora para los pobres libreros, sofocante para todos e infernal para los enoclófobos, es una maravillosa fiesta del libro, que este año espera superar el récord de dos millones de habitantes del año pasado. Por cierto ¿cómo se calculará esa cifra?

Este año, el evento está rodeado por la polémica de las editoriales que se dedican a la autoedición, que se quejan de que cada año la organización cambia arbitrariamente los criterios, como volumen de ventas, cifras de negocio, número de librerías en las que se distribuyen, para no admitirlas y que hay editoriales pequeñas que tampoco los satisfacen y están admitidas.

Desde luego, creo que esencialmente la autoedición es un error, que es muy saludable el filtro que supone que un editor decida invertir su dinero en un autor y un buen editor debe saber hacer coaching son sus escritores, pero eso no quita para que sea una barbaridad ese veto, si es que las cosas son como han aparecido en las noticias.

Tambien ha sido muy criticado el cartel, de la diseñadora canaria Ena Cardenal de la Nuez, una mujer multipremiada, pero a mi me parece muy «salao» ese gato madrileño leyendo sus propios bigotes.


En cualquier caso, es una oportunidad para visitar las casetas de editoriales raras o poco distribuidas, como Fórcola, Sajalín o Demipage, y de países exóticos. En este enlace os podéis descargar el plano. 

Hace ya tiempo, un año me llevé un maletín y lo llené de libros, después de lo cual dejé de ir varios años porque entre el gasto que suponía y la declaración de la renta, llegaba arruinado al verano, pero hace tiempo que ahorro un poco y no me la pierdo.

Os recomiendo ir cuando abren, a las once de la mañana, seleccionar unas cuantas casetas de ese interminable recorrido y disfrutar un rato viendo libros y deambulando bajo los árboles del Retiro. Una gozada.

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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